Ayer asistí al acto de entrega de los premios a los mejores estudiantes de cada curso, un reconocimiento público a aquellos que mejores notas han sacado, que como bien apunto un asistente no necesariamente son los más estudiantes.
Un proyecto iniciado este año, y que la ciudad de Badia debe y quiere mantener en el tiempo, que busca ser un incentivo más a la hora de fomentar el habito de estudiar entre nuestros más jóvenes.
La mayoría de los premiados que tomaron la palabra, dieron las gracias a los profesores; familiares y Ayuntamiento por sus premios, e invitaron a continuar con esta iniciativa y porque no, ampliarla.
Madres y padres orgullosos de sus hijos e hijas y también profesores y profesoras que no dudaron en asistir sabedores que allí arriba también había una parte de ellos y de ellas.
Ayer también se reconoció el esfuerzo de dos alumnos que se han superado durante el curso, y son un ejemplo de que con esfuerzo y dedicación podemos ir superando los retos que la vida nos va poniendo, el ser un humano tiene una gran capacidad de superación, quizá llevamos demasiado tiempo anclados en un discurso negativo de “aquí no se puede hacer nada” y esa es la gran mentira que nos han sabido vender.
Felicidades a todos y todas.
Unas palabras de Mario Benedetti “si un consejo puede dar a los muchachos un octogenario todavía medianamente lúcido, es que no desperdicien su frescura, no apaguen su curiosidad”
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