Es navidad, unas fiestas entrañables donde todo se inunda de luz, de buenos deseos, un bálsamo de bondad que cura durante unos días la dureza de la cotidianeidad del resto del año. Aunque esto no es así para todo el mundo.
El pasado día vi una vez más a un hombre que ha sido torturado. Y no tiene doble sentido. Su nombre es Ali Salem Tamek, es saharaui y vive en los territorios ocupados. Es por sus ideas políticas detenido, retenido y torturado. Sé que no es único, que en este mundo en el que vivimos hay torturas, vejaciones, injusticias, que torturan los gobiernos y que te persiguen por no pensar como ellos. Pero he querido hablar de él. Sus diversos pasos por cárceles marroquíes han hecho mella en su salud, pero no en su fortaleza mental ni en la contundencia de sus ideas y de su lucha. Quiero ponerlo como ejemplo de la desesperación de un pueblo, de varias generaciones de hombres y mujeres, que llevan demasiado tiempo esperando, esperando una solución en el siglo XXI de un problema ocasionado en el siglo XX.
Marruecos no es una democracia, ni pretende serlo. No utiliza métodos democráticos y se limita a poner algo de maquillaje; chantajea y extorsiona a una Europa que desgraciadamente no sabe mantenerse unida y que cuando se tercia, cada país actúa individualmente ante problemas colectivos.
Mi primera anotación en mi blog he querido que fuese dedicada a él. En una época de buenas intenciones y deseos, debemos recordar que no solo existen los conflictos que salen en la tele, en el mundo suceden muchas más cosas que las que nos cuentan los medios
Un deseo para el 2007: que la tortura, ninguna tortura se tolere, en ninguna parte del mundo, y que en el país vasco, nadie tenga que esconderse, ni renunciar a su libertad teniendo que ir escoltado o escoltada, que le demos una oportunidad a la paz.
3 comentarios:
Me sumo a los deseos de paz y libertad para el 2007.
Lo que ocurre es que el mundo esta mal repartido. Mi abuela siempre dice. "Tothom vol ser a dalt, però ningú vol baixar". Mi apoyo incondicional a todas aquellas personas que, de una forma u otra, ven pisoteados sus derechos.
Paz y alegría, más difícil todavía. Y por supuesto, Navidades, las justas, si es posible.
Saludos. Hagamos del 2007 un gran año. Con menos palabras y más cositas.
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