"La primavera ha venido, del brazo de un capitán. Cantad, niñas en coro: ¡viva Fermín Galán!"

A los dos hechos les separan 63 años y, por descontado, no pretendo compararlos ni darles el mismo significado, aunque para mí, tienen la misma importancia.
Cuando Alfonso XIII partió hacia el exilio fue proclamada la Segunda República en la tarde de ese mismo día y nombrado un gobierno provisional, formado por republicanos, socialistas y nacionalistas catalanes.
Supuso una oportunidad para todos y todas. Nuestros abuelos y abuelas depositaron en ella todos sus deseos de libertad, igualdad y justicia social.
Con la república se emprendió la primera experiencia verdaderamente democrática en nuestro país. Era necesario instaurar un régimen democrático, con el parlamento como centro de la vida política y el fin del poder político de los caciques, del ejército y de la iglesia, auténticos poderes que definieron durante tiempo la vida de todos y todas.
Se emprendió la obra de reformas políticas y sociales exigidas por la sociedad española. La igualdad de derechos civiles y políticos entre el hombre y la mujer. La clase media y la clase obrera vieron el camino y la oportunidad de remediar las grandes desigualdades sociales. La guerra al analfabetismo, extendiendo la educación en primaria y secundaria y creando centros de educación superior, la laicidad del Estado...
Pero como suele pasar no todos los que participaban de ese momento tenían el mismo fin. Contra la República actuaron fuerzas de derecha y de izquierdas, reaccionarias y revolucionarias, actuaciones que desembocaron en el alzamiento del 18 de julio de 1936. En una guerra civil con un bando bien unificado y un único fin y, por otra parte, el legítimo y legal gobierno de la República que se vio obligado a luchar contra los sublevados y al mismo tiempo contra una guerra interna en sus filas.
No quiero hablar solamente del 14 de abril de 1931. Creo que es importante destacar lo que supone para Badia el 14 de abril de 1994, nuestra independencia, nuestra capacidad de decidir. Cierto es que nacimos cojos, pero ¿quién no ve la diferencia? ¿Acaso no hemos visto como nuestro pueblo se ha transformado, mejorado?
Hoy Badia no es la Ciudad Badia que los que vivimos aquí y crecimos en sus calles conocimos, no tiene nada que ver. Es importante que apreciemos el significado de este 14 de abril y lo pongamos en valor. Al margen de partidismos yo soy capaz de reconocer que no es todo un jardín de rosas, que hay cosas que deben ser mejoradas y que Badia, como ciudad, debe ser consciente de que aún le quedan grandes retos que afrontar. Pero no me gusta cuando se nos tacha de ciudadanos de segunda, no lo somos. Los que vivimos aquí no tenemos esa percepción y no creo que responda a la realidad. Que los de fuera no nos conocen y ese desconocimiento les lleva a tener un saco de prejuicios sobre Badia y sus ciudadanos y ciudadanas, es algo contra lo que luchar, pero que esos mismos prejuicios los tengan los que han vivido o viven, eso molesta.
En fin, para aquellos y aquellas que os sintáis, como yo, hederemos de los valores que representaba la Segunda Republica, el sábado estaremos de fiesta, y si además sois de los que os sentís ciudadanos y ciudadanas de Badia, tendremos doble motivo de celebración y de orgullo.
El sábado en el auditorio a las 11 de la mañana hay un acto, Presentació del projecte de monument II República a Badia, y a las 12 en el Ayuntamiento, celebraremos el día de nuestra independencia.